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Yo también quiero una app para mi inmobiliaria!
Parece que fue ayer cuando uno/a se planteaba si su negocio debía estar en Internet, si merecía la pena invertir en su propia web. No parecía que fuera muy productivo, pero... todo el mundo lo hacía! Y si no se actuaba, se corría el riesgo de quedar fuera de juego. Y así fue.
En los últimos años, la evolución de los accesos desde dispositivos móviles a servicios ofrecidos a través de Internet ha seguido una clara progresión ascendente:
Fuente: Smart Insight / Morgan Stanley Researches
Ante este panorama, muchas empresarias (y algunos empresarios) se preguntan si su inmobiliaria, por centrarnos en nuestro caso, debería tener una app. Esto es, si sería buena idea ofrecer sus servicios a través de esos programitas de moda que todo quisqui se descarga al móvil desde "App Store" de Apple o "Google Play" de Android.
¿Está tu web preparada?
Los sitios web modernos, seguramente el tuyo también, pueden visualizarse cómodamente desde un móvil, gracias a lo que se conoce como diseño "responsive" o "adaptive" (mejor no traducir estas palabrejas). Estas dos técnicas distintas consiguen un mismo objetivo, permiten que un sitio web se adapte al tamaño de la pantalla del usuario de forma automática, haciendo que la navegación sea cómoda e intuitiva, con independencia del dispositivo utilizado.
TEST: Accede a la web de tu inmobiliaria desde un movil, ¿se puede visualizar cómodamente? ¿Necesitas una lupa para leer el texto y un alfiler para hacer click en los enlaces? Si es así, ya estas fuera de juego.
App or not app, that is the question
Si has pasado la prueba anterior, parece que tus posibles clientes ya tienen acceso a tus servicios desde las pequeñas pantallas de sus móviles: propiedades en venta y alquiler, alertas, noticias, información sobre tu inmobiliaria... Entonces, ¿qué te puede aportar ofrecer estos servicios a través de una app? Formulemos la pregunta de otro modo: ¿en qué se diferencia una web moderna de una app?
- Una app permite interacción con los cachivaches del móvil: cámara, GPS, agenda de contactos, notificaciones, fotos, etc., cosa que no puede hacer una web. En el caso de una app inmobiliaria, podría ser interesante utilizar el sistema de notificaciones para enviar a tus clientes nuevas propiedades en venta o alquiler, por ejemplo. El sistema de GPS podría utilizarse para realizar búsquedas de propiedades en la zona en la que se encuentra el usuario.
- Una app suele ser más rápida y tener un manejo más sencillo que una web, ya que está diseñada específicamente para la plataforma en la que se utiliza, se almacena en el propio dispositivo y puede utilizar elementos de su interfaz de usuario: botones, desplazamientos, etc.
- Una app no necesita conexión permanente a Internet, aunque en el caso de una app inmobiliaria orientada a clientes finales, esta ventaja no tendría mucha utilidad a primera vista.
- Una app tiene un precio de desarrollo considerablemente más alto que una web, ya que debe diseñarse para ser utilizada desde distintas plataformas: Apple iOS (iPhone y iPads), Android, Blackberry, Windows, etc.
- Una app requiere que el usuario la descargue e instale para ser utilizada, mientras que una web siempre está accesible, desde el teléfono del usuario o el que le puede haber prestado el vecino del quinto. Esto hace que tengas que "convencer" a tus clientes de que se descarguen tu app.
Conclusión
Tener tu app te dará la posibilidad de ofrecer un servicio (algo) mejor a tus clientes, pero... ¿compensa su coste? No sólo hay que contar con la inversión en su desarrollo y mantenimiento, también hay que añadir los gastos de promoción (publicidad) para hacer que tus clientes la descarguen e instalen. ¿Tienes presupuesto para contratar anuncios en T.V. o prensa? ¿Prefieres emplearlo en promocionar tu app...? ¿o en publicitar tus servicios inmobiliarios?
La tecnología evoluciona muy rápido, ¿podrá algún dia tu web acceder al GPS del movil de tus clientes o enviarles notificaciones? ¿tendremos conexión permanente a Internet de alta velocidad desde el móvil? Parece bastante probable. ¿Qué será entonces de las apps y sus inconvenientes? ¿Se podrá hacer de todo y acceder a todo desde un simple navegador? ¿Será el navegador la única app que necesitemos?